"Éste es el relato más triste que nunca he oído..."

Ford Madox Ford (El buen soldado)

martes, 26 de enero de 2010

Bollos y molletes


Los mejores momentos para reflexionar nos sitúan en la hora de la comida o del sueño, justo cuando más nos sumimos en nuestros pensamientos. Así es como, preparando una suculenta y calórica merienda, se me ocurrió pensar en panes y bollos.

Mi disquisición comenzaba cuando, encontrándome abriendo un mollete para rellenar con alguna otra sustancia, pensé en la razón de su nombre. ¿Por qué mollete? Es un nombre demasiado ridículo que no le hace ninguna honra. Además, el diminutivo de bollo, si la convicción y la experiencia no fallan, debería ser bollete. No entiendo entonces para qué hacer esa distinción que supone un abismo entre una palabra y otra de la misma familia.


Los caprichos del lenguaje obligan a distinguir entre bollo y mollete (me sigue sonando devastador ese nombre) porque para todo hay un nombre y sólo un nombre. Por ejemplo, si le ponemos un relleno, da igual el que sea, seguirá llamándose igual tanto en el bollo como en el mollete. La diferencia fundamental radica, entonces, no en el contenido, sino en la sustancia que lo contiene.


A partir de ello cabe preguntarse: ¿por qué el mollete se llama mollete y no bollete? Ustedes se reirán, pero es algo que me desquicia totalmente. Yo no voy a la panadería y pido un mollo, no me lo darán. Encima, me mirarán con cara de loco solamente por ceñirme a la estructura lingüística de nuestro idioma.


En resumidas cuentas, vigilen bien que hablen con estricta rigurosidad porque, al parecer, la lógica más aplastante no rige el mundo en el que vivimos, sino que nos domina el lenguaje, el poder de la palabra. Piensen, si no, en la creación del mundo ofrecida por la Biblia: "dijo Dios -Hágase la luz- Y la luz se hizo."


¿Se dan cuenta? Dijo Dios. ¡Dijo! No que lo pensara o lo fabricara con sus manos, no; lo primero fue el verbo, la palabra, y tras ella vino el resto. De modo que ahora, si quiero emular a ese dios, me levanto de mi asiento, bajo a la panadería más cercana y exijo un mollo. ¡Y ay del pobre que no me lo dé...!

1 comentario:

  1. mollete.

    (De muelle1 y -ete).

    1. m. Panecillo de forma ovalada, esponjado y de poca cochura, ordinariamente blanco.

    muelle1.

    (Del lat. mollis).

    1. adj. Delicado, suave, blando.

    Fin de la disquisición.

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