"Éste es el relato más triste que nunca he oído..."

Ford Madox Ford (El buen soldado)

lunes, 31 de octubre de 2011

Moscas rusas III

- Fantástico señores, estamos a punto de descubrir la soledad.

- ¿Y a qué puede verse debido ese descubrimiento? ¿Con ocasión de qué se vincula a ese amor?

La sala quedó vacía, sólo los dos frente a frente. Un diálogo más allá de la coherencia, un diálogo para una sola persona. Uno tras otro, los huéspedes fueron desfilando hacia el final de la sala, apartándose discretamente en dirección al abandono de la existencia del círculo político de la ciudad. Quedaron los comunistas, en una silla de madera un viejo pensador,
en la de metal un nuevo progresista ejecutor.

- Pues sí, caballero, nos hemos quedado solos, nos amamos, como percibo que puede usted declararme.

- Efectivamente, le amo.

La sala quedó vacía, sólo un cuerpo sentado en una incómoda silla metálica y un comunista con un agujero de bala en el pecho tirado en el suelo. La Rusia de compositores, investigadores, revolucionarios y grandes movimientarios había muerto. El Estado de la vieja Unión se disuelve con un disparo de fusil. Dejó el rifle en el suelo, próximo al charco de cálida sangre y continuó hablando del amor en solitario.



viernes, 28 de octubre de 2011

Moscas rusas II



Toda la revelación del ideal comunista tiene su origen en la revolución de 1905 de la que se puede obtener más información en el anterior trabajo entregado. Fue un auténtico fracaso y los húsares se encargaron de reprimirla terriblemente y sin miramientos. En cualquier caso, aquella primera revolución fue un intento de la comunidad obrera por reprimir el autoritario régimen zarista en busca de mejores condiciones de trabajo: en definitiva, un intento pacifista por derrocar el capitalismo de la Rusia de Nicolás II. Ya desde la década de 1860 se habían puesto en marcha grupos terroristas que actuaban mediante repentinos estallidos de violencia y represión. Sobre esa época se produjo el nacimiento de los “narodnik”, un movimiento social inconformista al que más tarde le sucedería el Partido Social Revolucionario y cuyo mensaje se dirigía a un campesinado hambriento, inquieto y bajo condiciones mínimas de trabajo y máximas de esfuerzo.

A partir de 1890, la industrialización fue el proceso de reforma que vería la nación rusa más moderna que justificaría la primitiva y decadente economía del país. El desarrollo, a partir de las fábricas, siderúrgicas en industrias en general, de una clase industrial y financiera de creciente influencia y riquezas emergentes se debía, principalmente, a la fuerte dependencia del capital extranjero. Ese contacto intrínseco y necesario con el capital extranjero potenció la infiltración de las ideas occidentales y se facilitó un pensamiento progresivo liberalista a un pueblo que vivía oprimido por su zar y que necesitaba una reforma urgente. Sería el Partido Kadete o Demócrata Constitucionalista el encargado de arraigar esas ideas de un primer contacto con el resto de Europa. Se dio el caso que con la aparición del pensamiento progresista se produjo el crecimiento sistemático de un proletariado de obreros fabriles descontentos y conflictivos. En esa misma época comenzó a moverse el sentimiento socialista que recorría la Rusia más occidental y occidentalizada y se produjeron las primeras huelgas a favor de los obreros y el proletariado, exigiendo mejores condiciones de trabajo en lo que se adivinaba como una lucha por las ideas marxistas de una igualdad estructural a la base de la sociedad. La exigencia de cambios y el arraigo de la nueva filosofía impulsaron a la creación de un partido marxista fundado en 1897, el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso, el partido de Lenin, Martov y Plejanov.

El desencadenante final para hacer la revolución de 1905 fue ya el malestar latente que emergió superficialmente con las frustraciones y humillaciones de la guerra entre Rusia y Japón. El carácter de esa primera revolución no fue tanto el revolucionarismo como una simple revuelta por parte de los liberales y constitucionalistas burgueses en contra de la autocracia arbitraria y anticuada. La petición pacífica de mejoras laborales por parte de una ingente masa de obreros que se desató en el desgraciado “domingo sangriento”, fue lo que produjo esta nueva revuelta obrera que conduciría a la elección del primer soviet de diputados enteramente obreros de Petersburgo (más tarde Petrogrado y Leningrado). Fue una revolución espontánea, descoordinado y cargada de resentimiento y violencia, por lo que fue fácilmente dominada con el coste de ciertas concesiones constitucionales que, aun a pesar de todo, no parecieron resolverse en detrimento de nadie en adelante, se quedaron en vacías palabras de amenaza. Los desencadenantes de la revolución de 1917 fueron exactamente los mismos, salvo que ésta última triunfó donde la anterior no pudo conseguirlo. Y si la revolución de 1905 no tuvo éxito, ello se debió a la desorganización de las masas, al poder aún vigente y de extraordinaria fortaleza y eficacia del zar y a la confianza por parte de los revolucionarios, excesiva en muchos casos, en el triunfo de unas ideas nuevas, positivas y que ya funcionaban en otros países europeos y democráticos como en Alemania.

El triunfo de la revolución de 1917 tuvo importantes apoyos que se inspiraban en el cansancio provocado tras la Gran Guerra y el descontento general respecto al modo en que fue encauzada. Los efectivos imperiales habían sufrido numerosas bajas y el ejército estaba ahora debilitado, motivo fundamental por el que se impulsó la necesidad de crear un ejército que apoyara la solución obrera y ahí es donde entra el Ejército Rojo del que ya se habló más arriba, Guardia Roja aún por ésta época y cuyo nombre ya describía su función: se trataba sólo de una multitud armada y dispuesta a resolver cualquier acontecimiento violento a modo exclusivo de defensa de los intereses comunistas comunes. Más tarde se convertirían en el poderoso Ejército Rojo. Finalmente, la abdicación del zar era lo único que podía detener la marea de revueltas y fue fusilado junto con el resto de su familia. La autocracia hasta entonces vigente fue reemplazada por la proclamación de un Gobierno Provisional de carácter democrático basado en la autoridad de la cuarta Duma. El carácter híbrido de la revolución se hizo aún más evidente al reconstruir el soviet de Petrogrado según el modelo de 1905.

jueves, 27 de octubre de 2011

Moscas rusas


viernes, 21 de octubre de 2011

La vacuidad de la edad retrospectiva



Ochenta y dos años tiene Alfredo, casi tantos como su vieja casa, como el manzano que su madre plantó en el jardín al nacer él y algunos más que el sillón de escai en el que descansa viendo la televisión encendida.

Las imágenes procedentes de la descodificación de los rayos catódicos son sepultadas bajo la comprensión de su miedo. la angustia por los miles de muertos que el noticiario informa que esta madrugada han amanecido en la lejana ciudad de Trípoli no es tan grande como la molestia que le produce en la vista la avalancha de imágenes con las que bombardean su sistema nervioso.

Ese mundo le resulta totalmente extraño y ajeno. Dos días atrás le llegó la noticia de que Gregorio había muerto de un infarto. Lo primero que pensó es que estamos en la era de los infartos, lo pensó como algo normal, como que están de moda, no le sorprendió. Después recordó los setenta y seis años de amigo que habían dejado de contar. Poco más tarde revisó la diferencia de edad y se asustó soberanamente.

Alfredo tiene casi tantos años como su padre cuando lo dejó, algunos más que su viejo amigo Gregorio y bastantes menos que el conjunto de años sumados de todos los cadáveres de la crónica televisiva diaria.

¡Qué cerca estuvo la guadaña!

miércoles, 19 de octubre de 2011

La mama de la mama


La BBC ha filmado una serie documental que tiene por tema el cuerpo humano y que es verdaderamente impresionante. La tecnología utilizada permite ver los órganos, posibilita la visualización de hectoplasmas fantasmagóricos, pero también de realidades palmarias.

En uno de los capítulos se muestra que las glándulas mamarias, con la detección de la proximidad del bebé, segregan la leche que la lactancia ya ha generado y que hasta ahora almacenaba en unos saquitos ubicados tras el pezón. ¡Se segrega la leche! ¡Antes incluso de que se produzca el contacto en predisposición a la succión!

La mama que mana leche y miel. Bueno, miel no. Sin embargo, esa fuente es la auténtica fuente de la vida, es un milagro, es un acontecimiento extraño que viene siempre de algo que no comprendemos. ¿O es que acaso podemos comprender el funcionamiento hormonal, celular o atómico?

La mama tiene vida propia, sabe que se acerca el niño y mana su jugo, su poderosa sustancia que posibilita el desarrollo de la criatura. Es un pequeño dios, es lo más independiente del cuerpo humano, es la razón de la supervivencia de todo un ser en su completud. Si se utilizara como tal, sería el arma más poderosa de todas: la mama de la mama. Y en la palabra poderosa está incluida la palabra rosa y eso, una vez más, es algo innegable.

sábado, 15 de octubre de 2011

Crear un rostro

- Hace muchos días que no la veo.

Como si se tratase de un ente extraño que recuelga suspensa en un vacío interior. Ver un espejismo, captar las palabras de una idea oculta...


- Ya no digo nada más. -Y desaparece. Y tardas días en pensar que lo ha hecho porque jamás esperabas que pudiera hacer algo así.


Conrad escribió: "el arte es largo, y la vida corta, y la verdad muy lejana". Ella buscó la verdad en el arte, la buscó en Magritte, la buscó en Tzara; la buscó también en Kandinsky, y en Danto, y en Warhol, y en Cage, y en Duchamp. Tan sólo encontró abismos, abismos llenos de ideas. Pero las ideas, ¡ay!, son mu
y peligrosas y están cargadas de pesimismo.

La carga positiva de una idea es efímera, dura lo que dura la concepción, el parto de la idea. Después se desvanece entre nieblas de posibilidades, tantas por cada humano que la interpreta.
Cuando dijo que no diría nada más no volvió a hacerlo. Se encerró en su cuarto, corrió las cortinas, se introdujo en un cuadro y allí se quedó por siempre. Cuando fueron a visitarla, un espectro abrió la puerta.

- Buenas tardes. -Dijo el pincel.- Pasen, la señora no está en casa, pero si se dan prisa aún podrán verla.


La concurrencia penetró en la sala repleta de utensilios de pintura. El que les abrió la puerta de acceso dio un respingo, se encaramó al caballete y dio un par de brochonazos sobre el cabello decolorado de su amiga.