"Éste es el relato más triste que nunca he oído..."

Ford Madox Ford (El buen soldado)

domingo, 22 de mayo de 2011

La mujer que vendía girasoles

Andaba por el campo voceando su mercancía. Bajo el cielo límpido pedía unas monedas a cambio de girasoles.

-¡Girasoles! ¡Girasoles grandes, hermosos y con multitud de pipas!

Caminaba sola por el campo abierto, agitando a los pájaros que la observaban tristemente desde la copa de los árboles más frondosos, escondidos de sus gritos agónicos.

Vendía girasoles a cambio de compañía; rendía pleitesía al polvo del camino que continuaba sus pasos hasta el horizonte amarillo, amarillo como su tez, del reflejo de la luz del material que vendía.

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