"Éste es el relato más triste que nunca he oído..."

Ford Madox Ford (El buen soldado)

sábado, 15 de octubre de 2011

Crear un rostro

- Hace muchos días que no la veo.

Como si se tratase de un ente extraño que recuelga suspensa en un vacío interior. Ver un espejismo, captar las palabras de una idea oculta...


- Ya no digo nada más. -Y desaparece. Y tardas días en pensar que lo ha hecho porque jamás esperabas que pudiera hacer algo así.


Conrad escribió: "el arte es largo, y la vida corta, y la verdad muy lejana". Ella buscó la verdad en el arte, la buscó en Magritte, la buscó en Tzara; la buscó también en Kandinsky, y en Danto, y en Warhol, y en Cage, y en Duchamp. Tan sólo encontró abismos, abismos llenos de ideas. Pero las ideas, ¡ay!, son mu
y peligrosas y están cargadas de pesimismo.

La carga positiva de una idea es efímera, dura lo que dura la concepción, el parto de la idea. Después se desvanece entre nieblas de posibilidades, tantas por cada humano que la interpreta.
Cuando dijo que no diría nada más no volvió a hacerlo. Se encerró en su cuarto, corrió las cortinas, se introdujo en un cuadro y allí se quedó por siempre. Cuando fueron a visitarla, un espectro abrió la puerta.

- Buenas tardes. -Dijo el pincel.- Pasen, la señora no está en casa, pero si se dan prisa aún podrán verla.


La concurrencia penetró en la sala repleta de utensilios de pintura. El que les abrió la puerta de acceso dio un respingo, se encaramó al caballete y dio un par de brochonazos sobre el cabello decolorado de su amiga.

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