"Éste es el relato más triste que nunca he oído..."

Ford Madox Ford (El buen soldado)

martes, 15 de febrero de 2011

Saltos generacionales


Existen saltos generacionales de conciencia. Las abuelas son más conscientes del tiempo en que viven sus nietas y más permisivas que las propias madres que se convierten en sobreprotectoras. Nadie sabe por qué sucede esto y ni siquiera parece ser un proceso neuronal o biológico; simplemente es miedo.

Las madres parecen apelar a su sentido de la maternidad donde la protección primitiva impide ver la realidad en la que sus pupilas tienen que habitar. Por eso, las prohibiciones o la extrema dejadez por dejar que hagan lo que quieran aparte de ser extremos opuestos, son contraproducentes en la educación del menor. La negación de algo tan sólo incrementa el interés por lo negado.

Es así que las abuelas, como línea de ascendencia sanguínea directa, se preocupan por la seguridad, salud y bienestar de sus nietas. La única diferencia: no las atosigan, hablan con mayor naturalidad y las previenen del mundo sin privatizar las obviedades.

El amor de madre hay veces que se excede con la necesidad de tener cerca y protegidas a sus hijas. Más que ayudar, la desinformación por el miedo a la práctica lo que hace es frustrar e intensificar la irreflexividad de los acontecimientos vitales. Y así están las hijas, que se visten como putas.

No hay nada como el amor de abuela...

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