"Éste es el relato más triste que nunca he oído..."

Ford Madox Ford (El buen soldado)

jueves, 3 de junio de 2010

Morir de amor


No hay nada más mortal que el amor de una madre.

Una madre quiere al fruto de su vientre y ya puede estar físicamente como esté, que lo va a cebar como si de un puerco se tratase. Para una madre, un hijo que se va de casa puede ser un loco perturbado que se dedica a asesinar prostitutas por las noches que todo le va a dar igual mientras se alimente como es debido. Y cuando digo como es debido me refiero a ser capaz de ganar peso a razón de kilo por día.

El amor de madre no se puede reconocer por la calidad de los abrazos, la asiduidad de los besos ni la belleza de las palabras. El amor de madre se mide por la cantidad de material de engorde contenido en sus comidas, en cada uno de sus platos, en cada bocado. A mayor riesgo de reventar comiendo, mayor es el amor prestado.

No hay mayor satisfacción para una madre que ver estallar el fruto de su vientre ahora que por fin es independiente. No es ironía, es la crueldad oculta en el amor de una madre, es la verdad escondida en un inmenso plato de comida.

2 comentarios:

  1. :) jaja...me ha gustado la reflexión, aunque no sé yo si es muy acertada eso de que tu madre cuánto más te engorde más te quiere¡¡

    beso

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  2. Pues no chico!! una madre que realmente sepa, sabe que el lema no es comer por dos! hay que comer de forma equilibrada, sino pueden producirse problemas como retención de líquidos, sufrimiento fetal...pues eso! hay que comer equilibrado :D

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